La raíz de todos los males
Aunque en todas partes se cuecen habas, la corrupción es un fenómeno más intenso en los países más pobres. Si miramos el último Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International, un índice que se prepara con metodologías similares en 163 países, encontramos en el fondo de la lista países como Haití, Irak, Bangladesh, Chad o Myanmar. Entre los primeros cinco, por otro lado, están Finlandia, Islandia, Nueva Zelanda, Dinamarca y Singapur. Si bien la correlación no es perfecta, es bastante claro que corrupción y pobreza van de la mano. Qué causa qué, quizás sea fuente de discusión para algunos, pero tendría que ser evidente que la lucha contra la corrupción es indispensable para poder salir de la pobreza.
Además de ser inmoral y un desperdicio de recursos, la corrupción es otra fuente de inequidad. La gente que paga sobornos lo hace para obtener beneficios a los que supuestamente tendrían derecho legal pero al que se hace difícil acceder por escasez, racionamiento o lo que sea. En muchos países, los pobres, que están en peores condiciones para sobornar que los ricos, tienen menos posibilidades de consumir ciertos servicios, como los de salud, ya que sólo se accede a ellos pagando por debajo de la mesa. Esto no solo aumenta la desigualdad sino que a veces tiene consecuencias fatales, al vérseles negados servicios esenciales a los más pobres.
¿Por qué desperdicio de recursos? En la mayoría de los países corruptos hay una tendencia a que el gasto público se dirija a proyectos donde es más fácil recibir sobornos, quitando presupuesto a programas que tendrían más efecto en el bienestar general, lo que explica muchas veces el mayor gasto en armas o en proyectos faraónicos a expensas del gasto en educación o salud.
Lo de Argentina es especialmente grave. Según el índice se sitúa en el lugar 93, es decir de la mitad para abajo. Es raro encontrar a Argentina metida en la peor mitad cuando se trata de estos índices “blandos” y por eso esta clasificación resulta tan desalentadora. Además, otro de los resultados de Transparency International muestra que los argentinos no sólo creen que el gobierno es ineficiente luchando contra la corrupción sino que además la fomenta.
Pero quizás lo peor de todo sea que la corrupción está tan generalizada que ni siquiera se ve. Parece tan normal coimear a un policía para que no cobre una multa que el hecho ni siquiera aparece en las encuestas. Y posiblemente no se deje de admirar en secreto, de alguna forma, a los grandes delincuentes de guante blanco que convierten en perdedores a toda la sociedad a través de sus negocios turbios.
16 comentarios:
Hola Ana, hace mucho que no venía por aquí! Qué tema. Creo que en Argentina los porcentajes de corrupción son tan altos, todos caen hasta en las cosas más simple en la corrupción que ya se ha hecho carne en tantas cosas, lo pero que las generaciones más jóvenes ni siquiera cuestionan estos hechos... en fin, un tema muy caótico en el país.
beso grande.
¡Qué tema la corrupción! Estuve mirando el ranking y observé que Chile está en el lugar 20 y Uruguay en el 29... no hablo por Chile, pero de a poco estoy armando una teoría sobre qué es lo que hace a un país subdesarrollado. Uruguay es subdesarrollado. A mí me gusta vivir aquí porque es el único lugar del mundo donde no soy extranjera, pero eso es un sentimentalismo.
No se trata de las riquezas naturales, que aseguran una cierta calidad de vida mínima en cuanto a alimentación y vivienda.
Tampoco se trata de la educación, aunque aquí hay una fisura (un surco, una grieta kilométrica entre grupos sociales) el acceso a la educación es relativamente bueno, y la alfabetización es bastante amplia.
No se trata del control de la natalidad tampoco. Eso es una ilusión óptica creada por el desgano reproductor de la clase media y la emigración; los grupos de menos recursos siguen teniendo hijos a partir de los 16 años.
El acceso a medios de comunicación, prensa escrita, televisión, TV cable, radio, internet, tampoco han cambiado radicalmente el asunto.
Los conflictos étnicos, bueno, los gobiernos patrios exterminaron o forzaron al exilio a los indígenas locales, así que estamos a cubierto de las revueltas indígenas y esos asuntos. Hay mayor marginalidad en la colectividad afro, pero la conflictividad no es comparable a otros lugares del continente.
Y a pesar de todos esos parámetros, seguimos siendo subdesarrollados. Limitados. Absurdamente limitados. El techo está allí nomás, y una vez que llegamos hasta allí o emigramos o nos achanchamos (normalmente lo segundo). Todo lo que viene de afuera (excepto que llegue de Africa), es maravilloso, es mucho mejor, es casi perfecto. Cualquier extranjero (especialmente europeo o norteamericano) es recibido con los brazos abiertos, con una hospitalidad que en realidad es una admiración sin límite ni cordura.
No es tan medible como la percepción de corrupción, pero yo creo que el subdesarrollo es también una cuestión de dignidad.
Ana
El relato de la Montevideana y el tema del post me chispotearon La Tregua.
El relato es del año 60, y el personaje comenta que la corrupción no es pagar por lo ilegal, es tener que hacerlo para que la Ley se cumpla.
No es subdesarrollo, es primitivismo.
Como en el siglo XVIII, donde se compraban los cargos y la recaudación era el resarcimiento de la inversión más los márgenes.
Un abrazo
Pero Argentina no es el país 96 en ingresos o pobreza, esta algo mejor que eso. O sea: seríamos un poco bastante más corruptos de lo que la norma indica.
Bueno, habría que ver hasta que punto la medición de percepción de corrupción se corresponde con la corrupción real, no? Quizás los argentinos sean más cinicos que los habitantes de otros países, simplemente. Claro que ahí hay una especie de profecía autocumplida, o efecto de retroalimentación, pues si uno cree que vive en un país muy corrupto, es más fácil corromperse (¿porqué voy a ser el único gil, eh?). En general descreo un poco de la corrupción como explicación de la pobreza, creo que va más bien por el lado del primitivismo de las instituciones, como dijo Manolo.
Sin entrar a discutir la corrupciòn en la Argentina, creo que el informe de Transparency International es extremadamente parcial al ver solo una cara de la corrupción. Seguramente, este post nació del último caso registrado en la Argentina, donde la Justicia está demostrando que se pagaron sobornos para adjudicar una obra pública. Lo que Transparencia Internacional no dice es quién pagó la coima, en este caso una multinacional Skanska, de origen sueco, seguramente un país muy bien ubicado en el ránking como de los menos corruptos. Qué pasaría si el rànking se elabora en base a las empresas que paban sobornos, Skanska o IBM los casos más famosos en el país, dos multi de países limpios. Ni hablar de las petroleras que financian guerras.
Seguramente no sería funcional ni a Transparencia ni a los organismos multilaterales (como el BM) ni a los países desarrollados que se ponga en tela de juicio a sus empresas, esas que pagan corrompen a los paìses pobres en busca de buenos negocios que garantiza el buen vivir en sus países madres.
Malizia, sí, mucho tiempo sin pasar por acá. Y eso es lo peor, que de a poco la frontera se disuelve y no somos conscientes de ello.
¡Montevideana! Estar en el puesto 29 sería un sueño para los argentinos. O por lo menos para mí. Pero desde acá yo creo que el problema de Uruguay es otro, y pasa por la falta de dinamismo demográfico. Es el único país de Latinoamérica donde la población cayó en los últimos decenios. Y así es imposible el crecimiento y también el desarrollo. Lástima, eran la Escandinavia del Sur.
Manolo ¿vio? tener que pagar para que la ley se cumpla, para recibir lo que a uno le corresponde por derecho es como lo máximo que uno está dispuesto a soportar. Y sin embargo me hizo acordar de algo que yo viví en carne propia y que terminó decidiéndome la vida.
Y sí, Ulschmidt, a mí también me dió la impresión que en corrupción estamos peor que en todos los otros indicadores, pero la vagancia me impidió chequearlos a todos. Hay uno, sin embargo en que creo que las cosas van aun peor, el de la burocracia. Y algún otro de buen clima para los negocios, creo.
O realistas, Charrúa, o realistas. Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención en ese estudio. Fue que al preguntarles si habían tenido que pagar sobornos durante el último año, sólo el 6% de los argentinos dijo que sí, comparados con el 28% de mexicanos o el 26% de paraguayos o el 7% de chilenos. A lo mejor alguno tiene una explicación para eso que me pareció tan raro.
Bueno, FLA, le tengo que dar la razón y confesarle que ahora me estoy entreteniendo viendo la cosa desde el otro lado. Los suecos tienen una especie de doble moral al respecto. Son un país con gente un poco atormentada, le cuento, como usted sabrá si alguna vez vio una película de Bergman. En una época eran neutrales y al mismo tiempo exportadores de armas. No es el primer escándalo de corrupción que les toca en un país del Tercer Mundo y creo que hasta pueden blanquear los sobornos en sus cuentas y deducirlo de los gastos.
Ana
La arrogancia, es la explicación.
Nos comparamos con lo más alto de la escala.
Incluso excluimos a Italia, tan cercana a nosotros, para medir la “sensación térmica”.
Sucede lo mismo con la inseguridad.
En los medios desaparece el reclamo, cuando suceden las tomas de las calles de Sao Paulo o Río por los narcos.
O los francotiradores de USA.
Entre el personaje de Hanks en “La hoguera de vanidades” y un porteño que baja de la Panamericana en la salida equivocada, la sensación no es tan diferente.
Un abrazo
Por suerte Dios es argentino..., estará coimeado?
Me dejo pensando lo de Zorgin...
Por?
Si escuchas a los brasileros, Dios es brasilero. Si escuchas a los mejicanos, Dios es mejicano. Si escuchas a los chilenos, Dios es chileno. Con tantos Dioses truchos como no va a haber coima!
Dios nos libre y guarde Murcielago!
La pregunta es dónde nace la impunidad. No hay nada que hacer, el hombre se inclina, en general, al ventajismo.
¿Cuántos presos por corrupción hay en esos países que están al fondo de la lista? No es que no haya corrupción en los países del "top 10". Es que en esos países, el que se corrompe sabe que se la juega. Le puede salir bien, pero si le sale mal, adentro.
Son muchos los factores que hacen que esto sea de difícil comprensión. ¿Qué nace primero? ¿Cuándo empieza la impunidad? ¿Qué factores externos favorecen la corrupción? Y mil preguntas más.
Pocas respuestas, eso sí. :P
Manolo, ¿usted dice que por arrogantes los argentinos niegan o minimizan el problema, como si fuera algo que pasa en otro lado?
¿Usted cree, Zorgin? Igual, Dios anda medio de capa caída, últimamente.
Lógica pura e irrefutable lo de ustedes, Batman y Robin. Lo bueno de que pasen por acá, además de los diálogos de ustedes, es que me acuerdo de prender la Radio Trece y me lo paso bárbaro escuchando la súper música que hay ahí.
Y sí, Patrizio, corrupción hay en todos lados pero es una cuestión de grado, supongo que determinada por el grado de control, o la falta de ellos.
hola ana!
creo q es la segunda vez q paso, y me gusta mucho tu blog.
Respecto al tema este de la corrupcion, yo creo q las estadisticas y los numeros uno los puede mover como quiere.
Considerando ademas q esta basado en encuestas, es evidente que en Argentina tenemos un sentimiento especial respecto a la corrupcion: los argentinos nos sabemos corruptos, lo cual se refleja en las opiniones a la hora de responder, pero tampoco creo que eso sea un indice para hacer caso.
Ademas, se sabe por ejemplo los casos de Suecia, que los suecos van haciendo estragos por el mundo y en Suecia no vuela una mosca. El ser humano tiende a corromperse por naturaleza, salvo que en algunos paises la tenemos mas clara y sabemos q es asi, en otros o se es lo suficientemente ignorante y desconocedor de causa para darse cuenta o directamente se hacen los pelotudos a nivel general...
Saludos!
Kike
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