Paradojas del cuerpo humano
El sábado volví a patinar. No lo hacía desde el invierno y pensé que todo iba a ser un desastre, pero no. Me salió mejor que nunca, estoy tomando velocidad y animándome a hacer cosas nuevas. Es lo mismo que me pasa cuando vuelvo al gimnasio después de una pausa. Pienso que no voy a resistir más de un cuarto de hora y me descubro más fuerte que antes y en mejor condición. Debe ser que el cuerpo aprende cuando descansa.
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