martes, 8 de julio de 2008

Los excluidos del amor

Entre las mujeres modernas hay cada vez más solteras y solteronas que con mucha gracia y negación de la realidad suelen decir "Estoy sola porque quiero", lo que por supuesto, no siempre es cierto. La mayoría de las mujeres no tiene demasiadas ganas de estar sola y mucho menos de quedarse sin tener hijos, aunque de vez en cuando aparece alguna que lo quiere de verdad, como una con la que estuve hablando el otro día y que al final me convenció.

Lo que pasa, en realidad, es el resultado de un fenómeno llamado hipergamia, que se suele dar en hembras de casi todas las especies, pero también en la humana, aunque con otras características, esto es, la inclinación de las mujeres a casarse con alguien superior a ellas, o en edad, o en educación, o en status social, o en posición económica. Como ilustración valga la encuesta que dijo que el hombre ideal de las belgas es un banquero alto.

No hace falta pensárselo demasiado para darse cuenta que si todas las mujeres quieren eso, aún las más feas y pobretonas, no va a haber nadie que se case con los hombres más feos y pobretones, lo que deja en banda a un grupo de hombres en lo bajo de la escala. En el otro extremo, a las mujeres más inteligentes, educadas y ricas les resultará bastante difícil encontrar un hombre que sea más inteligente, educado y rico que ellas, lo que también las deja sin pareja.

Valga aclarar que la culpa de todo esto no es nada más que de las mujeres exigentes, sino también de los hombres comodones. Muchos banqueros carreristas, políticos en ascenso, médicos especializados, escritores famosos o músicos en búsqueda constante de inspiración necesitan al lado una mujer no tan atareada ni con tantas ambiciones que les sirva de ayuda y de sostén mientras se hace responsable de la logística familiar, de decorar la casa, tener la comida lista, la ropa limpia y los nenes sanitos.

El caso es que en los últimos muchos años el fenómeno se ha acentuado; las mujeres estudian cada vez más y ya, en muchísimas carreras y en unos cuantos países, hay más chicas universitarias que chicos ídem. Eso hace que los dos grupos que nombré antes, las mujeres superiores y los hombres inferiores, sean cada vez mayores y queden cada vez más al margen del mercado del matrimonio y sin demasiadas posibilidades de reproducción. Los hijos nacerán de los hombres más educados y de las mujeres menos educadas.

Para algunos sociólogos y economistas, el fenómeno es bastante preocupante, ya que parece ser que la inteligencia y los resultados escolares de los hijos suelen depender más de la educación de la madre que de la del padre. Los mejores alumnos en las escuelas suelen tener una mamá universitaria y que trabaja. Una consecuencia podría ser que al disminuir la calidad de las madres, también se haga menor la de los hijos y se termine creando una nueva clase pobre.

Aunque quizá sea ya demasiado tarde para ser tan pesimistas. Hace algún tiempo, en un reportaje a un grupo de chicas universitarias danesas a las que se les preguntaba sobre sus ambiciones a la hora de elegir marido, decían abiertamente que no les importaba demasiado si el marido era pintor de casas o médico, sino que el tipo fuera inquieto y tuviera ganas de progresar. En estos días una investigadora en temas de género que está haciendo un estudio sobre mujeres ejecutivas descubrió que unas cuantas entre ellas se casan para abajo. Necesitan tener un marido que cubra el rol que tradicionalmente tuvieron las mujeres.

Interesante ver qué resulta de todo esto. Por lo pronto, a las mujeres no nos terminan de gustar del todo los pollerudos y aunque yo sigo pensando que lo mejor siguen siendo las parejas bien parejas, mi consejo a las treintañeras sobrecalificadas es que amplíen el espectro para abajo, en lugar de seguir esperando al banquero de un metro ochenta y seis.

19 comentarios:

Alex dijo...

banquero alto...no puedo parar de reírme.
agradezco haberme quedado afuera del mercado de oferta y demanda de este tipo de vínculos porque ya no sabría jugar a este juego.

cansarnoso dijo...

como felisa que encontró su carpintero
y se olvidó del bolso

Anónimo dijo...

¿Pero todo esto no lo habíamos resuelto con el teorema de Nash? No me vuelvas a complicar ahora que estaba esperando a la mujer que matemáticamente me corresponde.

zorgin dijo...

mi cinismo me lleva a distinguir que primero, bamquero ($) y después alto...
tal vez si es bajito y se para sobre la billetera, se pueda negociar?

Ulschmidt dijo...

Todos los jovenes proclaman consignas igualitarias - es una herencia del romanticismo - pero ocurre, quizás, que las mujeres en el dilema que Ud. dice han hecho carrera, para lo cual se han mantenido solteras un tiempo y para cuando se enfrenta el tema - alcanzando los treinta digamos - ya son demasiado realistas para no poner todo en la balanza.
Un mix posible: mujer de carrera corporativa con cuentapropista que maneja sus horarios. Ella es abogada de una cia. y él, digamos, arquitecto por libre, con estudio en su casa. O dentista. Esto le permite asumir tareas polledurescas sin deshonra, como llevar y traer a los chicos, porque simplemente le queda mas a mano. No tienen dos ingresos fijos - solo ella, él a veces gana mucho y a veces poco - lo que ayuda a no comparar sueldos, tan destructivo para la moral del varón cuando sale segundo. Cuando dos en una pareja estan atados a las exigencias corporativas es bravo para organizar la vida común.

Betty Carol dijo...

Me encantó este post.

Considerando mi forma de
ser, creo que nunca podria casarme con un hombre me me considere una extension doméstica de su asistente.

Me encanta la gente apasionada y que pone el corazón en lo que hace, pero así y todo, en algun momento se me ocurrió que podría casarme con un tipo tranquilo, que no tenga la fiebre del éxito, que pase mucho tiempo en casa y me permita afrontar jornadas enteras en un hospital sin culpa por mis hijos.

Entonces, por buen padre o porque es una persona exitosa en lo suyo, creo que lo que busco es la admiración, soporte y respeto mutuos.

Las que me matan son esas parejas que se dedican a una misma profesión y trascienden juntos, como los bailarines de tango, Pierre y Marie Curie ó un matrimonio de médicos infectólogos que luchan contra la malaria.

Pedro Martín dijo...

Muy bueno el post! Suministra un infinidad de comentarios. Pero nunca pensé que los bancarios, al fin y al cabo, son bancarios, tuviera tanto éxito en el primer mundo.

Yo me casé con una bancaria, sólo me falta regarla!

Ahora bien, si la fórmula de la felicidad se encuentra tan bien delineada, para que tanta búsqueda? Las mujeres sólo tienen que crear un fondo fiduciario y crear un banco. Luego hacer casting para elegir a las autoridades y ZAS!! el amor de la vida!! Se rotan las autoridades y todas podrán ser felices. Fácil, no?

Serían como los sea monkeys del amor!

P dijo...

Aborrezco a los spammers.

Anónimo dijo...

¿Por qué los hombres no tienen drama en mantener a una mujer pero a las mujeres sí les molesta mantener un hombre?

La mayoría piensa, no te voy a pagar la comida en una restaurante, y después hacerte un pete. (creo que vi a una mujer decir eso un documental sobre el mismo tema)

El Lurker

Nicholas Van Orton dijo...

C�mo, �no es lo esencial invisible a los ojos?

�Entonces el tipo que est� en la cola de la distribuci�n est� condenado a ser un ermita�o?

�Acaso el amor es cosa de mediocres?

Nicholas Van Orton dijo...

Como, no es lo esencial invisible a los ojos?

Entonces el tipo que esta en la cola de la distribucion esta condenado a ser un ermitano?

Acaso el amor es cosa de mediocres?

(comento de vuelta, sin tildes porque no se que pasa... hago la gran saramago, aca estan los tildes: '''''') :P

Anónimo dijo...

Gente superior, gente inferior, no me gusta todo esto, me suena muy nazi, poner a las personas en una escala, puaj yo no participo en esa.
.
Y encima se habla de "la calidad de las madres", que son che, vacas? estan certificados por iso 9000? que es la calidad de alguien?
y yo, ingenuo, creia que era la calidad humana y resulta que era la cuenta bancaria o un diploma en la pared.
.
Para peor, si nos ponemos elitistas, es ese fetiche por el titulo universitario, no hay nada mas jornalero, mas mono amaestrado con corbata que eso.

Anónimo dijo...

La que se casa con ese banquero alto, ha hecho una inversión de riesgo y termina sola. Después de veinte años de matrimonio, el banquero se enamora de una mujer veinte años más joven que ella.

Ana C. dijo...

No te confíes, Alex, que además de mercado del matrimonio, hay mercado de viudos, divorciados, amantes, etc.

Otra que se confió demasiado, Cansarnoso.

Lo de la única mujer es un romanticismo de la juventud, LLMM. En todo caso, según dónde se encuentre usted en el espectro, se le puede haber ampliado la oferta disponible. O lo contrario.

Eso es porque usted es muy cínico, Zorgin. Igual dicen que los hombres altos ganan más que los bajitos y las mujeres lindas bastante más que las feas.

Así es, Ulschmidt. Parece ser, además, que hay una asimetría en el sistema que hace que a una mujer no le arruine demasiado la carrera que su marido trabaje, mientras que a un hombre, sí. El ejemplo que usted da es de clases bien educadas, habría que ver cómo se las arreglan más abajo. En muchos casos la pareja está dispuesta a que el hombre asuma tareas pollerudescas a tiempo parcial, pero no a tiempo completo.

Yo tengo una amiga que hizo eso, Betty Carol. Al principio, cuando tenían un solo hijo, parecía que no funcionaba y ella lo tenía demasiado a maltraer al pobre. Cuando tuvieron tres, todo se hizo más parejo. Creo que ella aceptó que sin él hubiera sido imposible. A mí me fascinan las parejas tipo los Curie, aunque me imagino que a veces debe ser medio monotemático.

Aborrezco es una palabra medio fuerte, Palbo, sobre todo cuando uno se la dedica a uno mismo. Depende del spammer, en todo caso.

Bueno, El Lurker, hay razones antropológicas bastante bien fundamentadas que explican por qué una señorita niega sus favores sexuales a uno que no la invita a cenar. No creo que a todas las mujeres les moleste mantener a un hombre, pero es un privilegio de pocas, en realidad. Y a la mayoría de los hombres les molesta sobremanera mantener a una mujer.

Así es, Robinson, el tipo en la cola de la distribución se jode. En cuanto a si el amor es cosa de mediocres, me temo que es cierto para ellas, pero no para ellos.

Willie, es que a veces en este blog nos sacamos el corazón y nos ponemos un témpano en su reemplazo.

Quién sabe, Eva Row. Si se casaron a los 20, cuando él todavía no era banquero, existe la posibilidad de que ella también haya estado a favor del cambio y se buscó uno cinco años más joven. Quién se aguanta a un banquero por toda la eternidad. Si él ya era banquero, es muy probable que ella haya tenido unos cuantos años menos desde el inicio o haya sido una mujer que invirtió más en ella misma que en casarse con el banquero, por lo que el riesgo no era tan alto.

Anónimo dijo...

ana, es que no se trata de eso.
No cuestioné el cinismo de la que se casa por plata, sino el calificativo de inferior-superior y ademas que dicha inferioridad o superioridad este dada por la billetera (yo, en todo caso, estableceria la diferencia basada en lo fisicamente apto, digo, si me pusiera un poco nazi jeje)
.
De todos modos, gente con plata hay muy poca, asique las chicas tendran que agarrar lo que venga jejeje
.
No entendi eso de si el amor es o no cosa de mediocres,

Saludos.

El Canilla dijo...

Un placer leer esto...al menos a los altos no banqueros nos queda una esperanza...je!

Pero, niña, es que todavía creen en el príncipe ?

zorgin dijo...

"defina alto", dijo Onnasis ;)

Anónimo dijo...

muy interesante tu comentario en el post de bestiaria (el de las jineteras argentinas), es más, me pareció el único inteligente.
un comentario que podría ser el pie para que escribas un post sobre el tema ese de matrimonio, extranjeros, hombres argentinos, etc
saludos!
(perdón por meterme en tu espacio para hablar de tus comments en otro blog)

Maguita dijo...

Un poco tarde, pero recien descubro tu blog y.... me encantó este post! Te seguiré!
Yo soy universitaria, tengo ambiciones, pero también quise casarme y tener un hijo, con un hombre que por suerte no es tan atareado (basquetbolista), pero que me hace seguirlo por el mundo! En definitiva... un caso atípico! Vivimos peleando, pero últimamente nos estamos poniendo de acuerdo con los roles, y compartimos casi todo. Y es muy cierto lo que decís vos, que los hombres atareados quieren mujeres que le manejen la logística familiar, tal cual. Vivo pensando y rumiando ese asunto.
Cuando tuve mi bebé, un año y medio atrás, una amiga mía muy intelectual me dijo: "qué bueno que gente como vos tenga hijos". Y lo sentí realmente un cumplido. Ahora entiendo mejor por qué. Ojalá sea así, y podamos colaborar a mejorar la especie!
Un beso desde Italia.