lunes, 7 de mayo de 2007

De elecciones y reformas

A mí, que como ya les conté antes, me encanta votar, ayer me hubiera gustado tener derecho a voto en Francia. Nomás para poder estar en esa gigantesca fiesta democrática y poder festejar en les Champs Élysées. Más de 40 millones de votantes y una de las participaciones electorales más altas de la historia francesa. Pese a que el voto es voluntario fue a votar el 85% del electorado, muchísimo más que en cualquiera de las grandes democracias del planeta. Y aunque el que haya ganado nos guste más, o menos, nadie podrá negarle nunca la legitimidad de su elección. Como dicen los franceses, a los que les gustan las frases rimbombantes y además se les dan bastante bien, "ha sido un ejemplo de civilidad a los ojos del mundo".

Las elecciones en Francia sorprendieron bastante a esta señora. Muestran de una manera muy fuerte que la mayoría de los franceses quieren salir de su inmovilismo, aunque algunos pocos no quieran que el tiempo avance. En estas elecciones dijeron que sí a una serie de reformas que si terminan llevándose a cabo le cambiarán bastante la cara a Francia y la vida a los franceses.

El ganador, Nicolas Sarkozy, promete hacer una reforma drástica de la semana laboral, las famosas 35 horas, a las que se les echa la culpa de todas las miserias francesas, incluído el hecho de que Francia sea el país europeo que menos ha crecido en los últimos diez años si se excluye a Portugal. También se reducirán los impuestos y el empleo público, aunque no, llamativamente, los subsidios a las empresas ni, supuestamente, a la educación. Considerando que el señor, además, promete reducir el déficit fiscal y la deuda pública, sin olvidarse de reformar el sistema de pensiones y el de los subsidios a desempleo, todo tiene mucho olor a entusiasmo de campaña electoral, a promesas que terminarán incumplidas y a inconsistencia populista.

Los socialistas, mientras tanto, se verán obligados a hacer el examen de conciencia por el que tienen que pasar, necesariamente o no, todos los perdedores. Algunos analistas dicen que ya es hora de que el Partido Socialista se transforme de una vez en una socialdemocracia moderna que, como se sabe, suelen ser un poco más liberales que un partido socialista tradicional. Otros dicen que el partido se enfrenta a una secesión. Yo me imagino que, en caso de que así suceda, el ala de izquierda tenderá a perder poder – y votos– con el tiempo, hasta convertirse en un partido marginal, mientras que el ala centrista más adepta a las reformas tenderá a convertirse en una verdadera alternativa electoral.

22 comentarios:

FA dijo...

Es decir, bajamos impuestos y más subsidios a las empresas y extendemos la jornada laboral, porque alguien tiene que pagar la fiesta liberal.
Ahora, ¿eso es lo que también proponen para el socialismo centrista, que también se conviertan en liberales? No me quedará otra que apoyar a esa ala de izquierda condenada a perder poder – y votos– hasta convertirse en un partido marginal

Davor dijo...

Una cosa es que te gusten las maníes confitados, y otra cosa bastante diferente, es que te guste votar. Para tener "derecho" a votar, es primero necesario en este caso, ser nacional francés , lo que implica sentimientos e intereses franceses, y mas allá de tu evidente alma cosmopolita (cosa que me simpatiza), no creo que a ningún francés le agrade la idea de que venga un panameño, argentino o ingles a decidir sobre su futuro. No es una fiesta, es un momento de reflexión, donde el destino de una nación esta en juego. Si querés una fiesta, andá a una Rave. Saludos y muy bueno tu blog.

Ana C. dijo...

Bueno, FLA, Sarkozy le hará pagar la fiesta a alguien, supongo. Su política de bajar impuestos y subir subsidios no parece del todo consistente, sobre todo desde el punto de vista fiscal. En cuanto a usted, trate de no sentirse tan identificado con los dinosaurios. Mañana es mejor. Y la justicia social pasa también por darles derechos a los excluídos, no solamente por defender los de los que ya los tienen.

Primero me acusa de ser incapaz de pensar, ahora noto una cierta insinuación de superficialidad. Lo que pasa que estoy endulzada, Davor. Teniendo derecho a voto (limitado) en tres países, ¿por qué no tenerlo también en Francia? ¿Nunca escuchó eso de que al Presidente de los EE.UU. lo tendríamos que elegir entre todos los ciudadanos del mundo?

Ana dijo...

Con lo del presidente de USA estoy de acuerdo!! Lo sufrimos todos, lo elegimos entre todos. En Francia, en fin, al menos no ganó la ultra derecha.

Anónimo dijo...

Francia necesita reformas y en eso estamos de acuerdo. Es un país atrasado y que no termina de despertarse de su sueño proteccionista y paternalista. Lamentablemente ha triunfado un personaje que ha sabido manipular los sentimientos de desconfianza al otro más reprobables de cualquier nación.
"Sarko" ganó estrellando su puño varias veces contra el púlpito, desempolvando rancios discursos chauvinistas, generando rencores y ansias de revanchas. En más de una oportunidad levantó su vos y desafió a la "escoria de Francia", amenazó a los inmigrantes y reivindicó los orígenes de grandeza del pueblo francés (olvidándose que no siempre perteneció a ese pueblo y que alguna vez su dinastía fue la del inmigrante). Sarko le cerró la puerta en la cara a Turkía. Sin más. Unilateralmente quien se dice apoyar la Europa tomó un lápiz, escribió la historia, dibujó el mapa y sentenció que allí donde empieza Turkía comienza Asia.
Claro que él y su entorno han sido muy inteligentes para dirigirse al pueblo francés, pero siento que alguien con un discurso así haya conseguido triunfar.
Es suficiente argumento que la victoria haya sido enmarcada en elecciones multitudinarias? Sí, claro, pero eso no lo justifica todo. Al fin y al cabo sabemos de muchos dictadores que alguna vez fueron elegidos en democracia.

Ana C. dijo...

No ganó la ultraderecha porque Sarkozy se apropió en parte de su discurso, Ana, sobre todo con respecto a los inmigrantes.

¿No sería lindo poder elegir al presidente de los EE.UU? Seguro que la participación electoral en Uruguay sería más alta que allá.

El discurso del encantador de serpientes, Matías, consigue dejar contento a todo el mundo, porque cambia todo el tiempo. Así como consiguió que una gran parte de los inmigrantes lo voten, capaz que hasta consigue que algunos turcos crean que es mejor no entrar en la Unión. De todas formas, esperemos que los mecanismos de control democráticos franceses eviten la dictadura. Si no, siempre quedan los mecanismos de control europeos. Pero tiene toda la pinta, el señor.

zorgin dijo...

ah!, la pinta...

Alex dijo...

Por principio hubiera preferido que ganara Royal. De todas maneras no estoy en condiciones de hacer un análisis porque desconozco un montón de cosas.
Del discurso progre se puede apropiar cualquiera y de hecho lo hace para después darte por el fondo haciendo todo lo contrario.
Lo admirable, más allá de quién ganó, es la asistencia masiva al ejercicio de un derecho, eso es lo que puede perfilar otras maneras de construir instancias que hagan al crecimiento integral, en este caso de Francia.

Davor dijo...

Ana, entiendo que usted sienta ganas de meter un voto en cualquier urna, lo que no entiendo, es que usted no se dé cuenta, de que a los nacionales de la urna, eso tal vez no les agrade. A ver si me entiende, yo tengo derecho a votar en Argentina y en San Marino, pero yo nací en Argentina, me crié en Argentina, vivo actualmente en Argentina y más allá de que yo me encuentre habilitado legalmente para votar en San Marino, no creo que a los sanmarinenses les agrade que venga un ignoto sujeto de otras latitudes a decidir sobre su futuro y por ende de como deben vivir.
Con respecto a lo de haber escuchado eso que menciona respecto del presidente de E.U., la verdad es que no escuche, y si lo hubiera escuchado, me hubiera sonado a chiste… malo además… Cada nación tiene derecho a elegir sus autoridades y no me parece bien ni saludable que cualquier sujeto que ande deambulando por el globo, intervenga por el solo hecho de intervenir, por gusto podríamos decir. Las elecciones son algo serio, mas allá de que a usted le parezca una fiestita. Saludos.

Anónimo dijo...

Me parece lamentable, simplemente lamentable.

Besos orgiásticos.

Ana C. dijo...

Yo también, Alex. Encima él se apropió de muchos discursos, para un lado y para el otro, según le iba conviniendo.

Davor, yo creo que tendrías que aprender a leer entre líneas antes de despacharte con semejantes peroratas. O aprender a leer, nomás. En cuanto a lo de votar, yo creo que si uno tiene el derecho, hay que ejercerlo y si no lo tiene, porque a nadie se lo regalan, qué importa. Soñar es gratis.

¿Tiene Francia su Aznar, Ella?

zorgin dijo...

estaba por hacer un comentario..., pero se la nota un tanto enojada, fastidiada diría..., asi que mejor me las tomo, taluego.

Ulschmidt dijo...

Se puede volver a una semana de 44 horas sin que haya un levantamiento laboral generalizado? se vuelve con aumento de sueldo correspondiente? a Sarkosky lo votaron los que tienen que laburar más por lo mismo o los jubilados y rentistas?
De acuerdo que una semana de 35 horas puede producir estancamiento. Cómo salir de eso es otra cosa...

Anónimo dijo...

Otra elección:

http://www.infobae.com/contenidos/315593-100439-0-Candidata-que-posó-desnuda-una-banca-Senado

Anónimo dijo...

buenas tardes, me gustó mucho su blog (y también que lea a Amelie Nothomb).

elecciones en Francia: la altísima participación es una buena señal, pero no el resultado.

a Sarkozy lo veo un tipo duro, ambicioso, hábil, temperamental y tal vez peligroso.

si a Royal la hubiera apoyado su(?)
partido creo que hubiera tenido más opciones.

Francia no me parece un país atrasado (a pesar de los tremendos barrios perisféricos sin opciones y ciertas zonas más alejadas), pero tiene un chauvinismo un tanto molesto y como nación está herida en su orgullo.

saben que pasó su tiempo de "grandeur" y eso les fastidia.

ahí apuntó Sarkozy, al orgullo (excluyente) de ser francés.

y porque logró vender la idea de cambio y despegarse del gobierno anterior del que formó parte.

nunca será una dictadura (no porque no le falten ganas) sino porque existen muchos controles democráticos (en Francia y en la Comunidad Europea).

sinembargo sabe que ganó con los votos de Le Pen.

un saludo.

PD disculpe la extensión del texto.

Ana C. dijo...

Zorgin, no se preocupe, sus comentarios no fastidian.

Ulschmidt, 44 horas quizás sea demasiado. De todas formas, yo no creo que lo de las 35 sea un problema. Lo que sí es un problema son las interpretaciones rígidas de las 35 horas, que implican que al fin la gente no trabaja siquiera eso.

Fotogénica la candidata, Anónimo.

Bienvenido, Submarino, gracias por pasar y bien que le haya gustado. ¿Le gusta Amélie Nothomb?

Mikaelina dijo...

Hola Ana C., mucho tiempo sin venir
por aquí y encuentro tan interesante debate. Me parece un resultado nefando, y desde luego, malo para los franceses, incluso para quienes le votaron.

Soy francesa de corazón, y nunca me pareció Francia excluyente, es un país con una calidad humana excelente.

No es el sitio, pero que sepa que estoy volviendo: http://mikaelina.blogspot.com

Ana C. dijo...

¡Mikaelina! ¡Qué linda sorpresa! Se te extrañaba por aquí.

Y por supuesto que es el sitio. Ya arreglo el link.

Sr. Nadie dijo...

Digo yo...¿no es un poco ingenuo rasgarse las vestiduras por el triunfo de este tipo, y pensar que si ganaba la señora era una especie de triunfo del progresismo internacional?
Es como preferir a los demócratas por sobre los republicanos: superfluo.
¿No son matices los que separan a los extremos del estrechísimo espectro político que se alterna en el poder, en casi todos lados?
Saludos.

zorgin dijo...

en algun momento los franceses comprenderán que les falta "la tercera posición", y tendrán sus propios peronistas..., y volverán a la monarquía, como en Argentina

montevideana dijo...

Tu comentario sobre Francia (me gustaría poder votar aquí) se lo he escuchado más de una vez a algún patriota norteamericano que estuvo en época eleccionaria en Montevideo. Los días de elecciones son eufóricos, efervescentes, eso del "pueblo soberano" está en su máxima expresión. Entiendo lo que debés haber sentido viendo a Francia yendo a las urnas tan masivamente... no me imagino ni a los belgas ni a los daneses ir tan concientizados a votar y festejar tan contentos después, ¿no?

Ana C. dijo...

Ah, Montevideana, desgraciadamente tenés razón. De festejos masivos, nada demasiado llamativo por ninguno de los dos lados. Sin embargo, la participación electoral en Dinamarca siempre, siempre es superior a cualquier techo francés.