viernes, 7 de julio de 2006

Olores para catalogar

Agustín tiene uno de los blogs que descubrí primero y que nunca dejé de leer. Suerte de principiante, que la llaman. Agustín escribe cuentos, novelas, ensayos, poesías, memorias, exámenes, guiones, artículos y cualquier otra cosa que se le ocurra, escribe sin parar y todo el tiempo. Agustín cuenta, entretiene, ilustra, divierte, emociona, hace reir, hace llorar, impresiona, enseña, conmueve y encanta. Y también hizo una lista de olores de la que me quiero copiar, porque el olfato es el sentido que más me hace sentir viva. Lo que sigue es mi lista:

El olor a humedad y ropa limpia de la casa de mi abuela cuando llegaba los viernes a la noche y la encontraba vacía, en verano.

El olor a madera y hojas quemadas en la neblina de la tarde de San Juan, en pleno invierno.

El olor a los jazmines de noviembre en los quioscos de Buenos Aires, cuando el aire está cargado de tormenta.

El olor a lluvia en el Cañadón del Río Pinturas, la quintaesencia del olor a lluvia sobre la tierra seca.

El olor a la mezcla de un perfume de hombre y otro de mujer que existió solamente una noche.

El olor a Martes de Carnaval en La Paz, Bolivia, una mezcla de olor a pólvora quemada y cerveza rancia inexplicablemente vital y depresiva al mismo tiempo.

El olor dulce y seco de mi piel después de un día de playa.

El olor de mis dedos, después de masturbarme.

El olor irrepetible de mis hijos recién salidos de la panza, la razón por la cual nunca hubiera parado de tener hijos.

El olor del hueco de tu clavícula en los momentos álgidos, un olor que es la esencia del amor y del sexo.

El olor de tu aliento cuando nos despertamos, un milagro, increíble.

Se puede continuar, si uno quiere. La idea salió de acá.

18 comentarios:

Unknown dijo...

No suelo elaborar mis posts. Los escribo en tiempo real, como digo muchas veces. Por eso, muchas veces me olvido de ideas que se me cruzaron por la cabeza y que podría postear. La salvedad, por supuesto, son los dibujos, que requieren elaboración. O alguna foto que esté hecha específicamente para el blog (las de los discos, las hago en el momento que posteo).

Todo esto, para decir que una idea que siempre ronda en mi cabeza y que nunca posteé por no haber elaborado la lista es sobre olores, justamente. Pero no como la que hiciste vos. Sino olores que nos remiten a la infancia. Los olores suelen ser más importantes de lo que suponemos. Marcan momentos, períodos de nuestras vidas. Me encantaría hacer una lista, reproduciendo esos momentos en los que uno siente un olor y dice "uuuy, ese olor me hace acordar a..."
Besos, Ana.

Unknown dijo...

Ah, y hablando del post, no voy a negar que me disparaste algún ratón (unos cuantos) con lo del olor de los dedos después de masturbarte. Con todo respeto por tu marido, claro.
;)

arboltsef dijo...

Ohhh, yo hago tanto? :S Jejejeje, a veces me siento tan flojo que pienso no despertar ni a un gallo.

Muchísimas gracias por la referencia, y gracias por sus olores... por permitirme andar de chismoso.

Un beso.

Ana C. dijo...

Patrizio, los olores que yo puse también son olores que me traen recuerdos, por ejemplo, el del Río Pinturas lo volví a sentir hace unos años y fue revivir exactamente el día que cumplí 10 años. Cada vez que siento olor a hojas secas en una tarde de invierno medio húmeda, me acuerdo de las vacaciones de invierno en la casa de mi abuela. Y es así. Nos llega un olor antiguo y estamos exactamente en ese momento del pasado de la forma más concreta posible. Yo adoro esa sensación.

Ja! y no creas que te voy a dejar a vos solo hablando de pajas...

Agustín, claro que hacés todo eso! Yo creo que lo que más me impresionó cuando te conocí fue lo mucho que escribías, tu impresionante capacidad creadora. Raro lo de que te sientas flojo. Muchas gracias por la inspiración.

Ulschmidt dijo...

que buen olfato tiene ud. para los temas !

Ana C. dijo...

Bueno, esto también es otra forma de escribir eso que usted escribió hace como un mes en El nombre de la rosa

Ulschmidt dijo...

Si ya sé pero a usted le salió mas lindo. Yo no me animaría a mencionar diez aromas - leí que el olfato es mas agudo en mujeres que hombres - pero al menos uno: el olor de la caña molida, entre dulzón y pútrido, acompañó varios años de mi juventud, cuando trabajaba en un ingenio azucarero. Y este olor/recuerdo viene la verdad como pegado en el de jacarandáes, lapachos,ceibos, los floridos chivatos... esa Argentina subtropical que ciertamente huele mucho mas intenso y vital que la central.
Mas que a un episodio me remite a toda una etapa de la vida.

Daniela dijo...

El olor de la levadura cuando amaso pan; el de una torta en el horno; del agua podrida de los floreros en los cementerios; el olor de mi piel después del sexo y el olor a tormenta, tierra y humo de aquel hombre.

Ana C. dijo...

Ulschmidt, usted sí que me dijo algo lindo. Dicen que eso de que las mujeres tenemos mejor olfato que los hombres es un atavismo que se explica porque teníamos que controlar con el olfato lo que nutría a toda la familia. También lo usamos para elegir al hombre que mejor nos conviene como padre de nuestros hijos y esas cosas. Un mecanismo evolutivo.

Venusina, ¡cuánto tiempo! ¡Claro que lo podés usar! La idea es esa. Mirá el lugar desde donde salió la idea.

llmm, hay que ser muy fumador para que se arruine el olfato. De todas formas algún olorcito te queda.

Juana, ¡que olores más ricos! Un hombre con olor a tormenta, tierra y humo... Y el olor a cementerio es otro de esos olores que uno nombra y el otro sabe de qué se trata.

CirCe dijo...

Es uno de mis sentidos preferidos. Es el que mas sensaciones recuerda y el que mejor las recrea.
El olfato es mi primer estimulante. Todas las mujeres sabemos mucho de perfumes y de venenos. De alimentos. De la salud de los nuestros ante un cambio en un aroma habitual. Sabemos, por el olor de una habitación, si su ocupante es varón o mujer, joven o viejo y hasta podemos saber si esa persona estaba sana o enferma.

Maldigo mi capacidad olfatoria una vez arriba del colectivo en mis mañanas rumbo al trabajo. Lo peor ni siquiera son los olores corporales de los demás (salvo algunos alientos que por el olor mismo no creo que esa persona supere el mediodía con vida) sino los olores industriales que usan para tapar los perfumes corporales. Hay cada desodorante que me hace desear meter mi nariz bajo una axila bien transpirada...

salud (que rico oler vino!)
besos y abrazos (que rico oler gente!)

Ana C. dijo...

Es genial tenerte de lectora, Circe! Tus comentarios son mejores que los artículos que los originan!

Bueno, me puse al día, llmm.

CirCe dijo...

jajajaja
ojalá
los artículos buenos son los que originan comentarios, lo que es genial es leerte.
Me estuve perdiendo de mucho porque tuve problemitas de conexión a internet. Se ve que deberé hacerle un sacrificio al dios de las computadoras para que no me prive tan seguido de la virtualidad.
Otra que tiene que ponerse al día...
besos y abrazos

Der Fürst dijo...

Es tan rico el olor a hojas secas y, mejor, si se están quemando en las orillas de las acequias cuyanas. Lástima que llegaron los ambientalistas y nos convencieron que el humo de esas hojas contamina... Muy saludable para el aire pero hicieron desaparecer episodios maravillosos de mi infancia.

Ana C. dijo...

Cierto, también ése es uno de los olores de mi infancia. No sabía lo de los ambientalistas. En Mendoza no debe importar mucho.

Anónimo dijo...

Olor a toalla húmeda : pensión de provincia.

Ana C. dijo...

Mire qué olor más raro le quedó a usted! Normalmente la memoria es selectiva y se queda con los mejores recuerdos, así que supongo que también con los mejores olores. Ese olor para mí es uno de los más desagradables que existen y normalmente trato de evitarlo. Me hace pensar que su época de pensión de provincias, sin embargo, debe traerle muy buenos recuerdos si aún es capaz de asociarla a un olor tan feo.

Por cierto, pensión de provincias de dónde? Me imagino un lugar frío y húmedo.

Anónimo dijo...

De muchos sitios, tal vez de Valparaíso. Una toalla húmeda será como un harapo al que lo sacudió la vida vendaval y le dejó un profundo olor a pensión de provincia.

El italiano, ¿es Tabucchi?

Ana C. dijo...

Yo me imaginaba Valdivia. El italiano se llama Sandro Veronesi.