lunes, 17 de abril de 2006

Primavera en París

París siempre me pareció una ciudad sobrevalorada y nunca me dieron demasiadas ganas de visitarla, ni siquiera para esas visitas desintoxicantes que se regalan las parejas de antigua data para recordar que alguna vez se quisieron con locura. Para eso quizás elegiría Viena, o Praga, que todavía no conozco, o Riga, o Madrid, que sí conozco aunque no mucho.

Pero creo que en ésta, mi tercera visita, cambié para siempre de opinión. Un poco porque me tocó vivir en el lugar que me parece más lindo de la ciudad, l'Île Saint-Louis, y otro poco porque conseguí, aunque no del todo, deshacerme del agobio que me produce estar de turista en una ciudad donde hay tanto para ver. También creo que ayudó ir por fin sintiéndome totalmente cómoda con el idioma y no como la primera vez, en la que para pedir un café tenía que poner en fila todas mis neuronas bien ordenaditas.

Pero de todas formas, París es un poco como el parque temático de Europa. Si usted quiere conocer Europa, vaya a París, ahí se la muestran toda. Y eso es un poco lo que, para mí, le quita el encanto, una especie de falta de autenticidad, que a la vez se encuentra en esos lugares un poquito al costado, como la l'Île Saint-Louis.

Lo de primavera es nada más que porque queda bien en el título. Hizo frío, viento y llovió, aunque había flores por todos lados y las magnolias ya estaban en plena floración, un punto antes de empezar a marchitarse. La foto la saqué de éste lugar, donde hay muchísimas más, todas igual de buenas.

6 comentarios:

MALiZiA dijo...

Cuando estuve en París, me encantó, claro que viví la ciudad netamente como turista, pero tampoco quería otra cosa, ya que esa era mi condición.
Quizás el hecho de que vivas en Europa, cambia bastante la perspectiva, no?
Un beso desde Buenos Aires, que también se puso fresquito en estos días.

Ulschmidt dijo...

Este lugar estaba en una película! Esta justa escalera. Hubo una persecución... o unos enamorados... O probablemente hubo varias películas y todas esas escenas.
PD: En "La última puerta" con Johnny Deep seguro que estaba.
Mire que suerte andar donde ocurren las películas.

Unknown dijo...

Qué lindo post, Ana. Completamente de acuerdo. Tal vez en París se note más, pero sacarse de encima el agobio que produce estar de turista, hace que cualquier ciudad gane. Y mucho.
Así se las puede disfrutar mucho más. Y si no viste todo lo que "hay que ver", ¿qué problema hay?
Podés disfrutar más de un café con alguien con quien la pasás bien en un barrio perdido de París que uno en el Barrio Latino. O una caminata por ahí que una visita al Louvre. Todo vale.

Leandro Fernández Miró dijo...

algún día iré, supongo, pero me pasa que no me nace conocerla

Anónimo dijo...

Coincido con la primera parte del post, con eso de que es una ciudad sobre valorada. Supongo que yo todavía no he tenido mis días de encanto allí(quizá porque tengo que poner en filas mis cansadas neuronas)

Anónimo dijo...

estuve en parís hace una tira de años, era parte de un viaje medio largo y estaba extrañando mi casa como loca (pero no me daba cuenta, entonces me pasaba todo el día de malhumor).
fue en febrero y me impresionó muy mal el olor a pis que salía del metro, y la cantidad de gente loca, extraviada, descalzos y declamando, voz en cuello vaya uno a saber qué.

también me impresionaron las mujeres: finas y elegantes, como también me sorprenden las porteñas cuando voy a buenos aires. las vidrieras, los paseos por el sena, montmartre, los museos... es todo para ver y nunca alcanzan los días para hacerlo.

ah, también me acuerdo de un vino blanco griego con olor a espadol (desinfectante) y una resaca de mil demonios.

estuve, años después, en barcelona y me enamoré. parís, te debo una revancha.