martes, 20 de diciembre de 2005

Más hermanos

Ayer estuve cenando en un restaurant. Al final de la velada me puse a mirar a la otra gente que estaba ahí y descubrí un trío; dos chicos y una chica, en esa edad perfecta entre los 20 y los 25 años, los tres bellísimos. Durante un rato traté de imaginarme qué tipo de relación los unía, por la forma en que ella miraba a los dos chicos. Se notaba que eran bastante más que amigos, porque faltaba ese ambiente de fiesta un poco desaforado que aparece, por ejemplo, entre compañeros de universidad o de trabajo. Parecían hermanos los tres, pero no les descubría ninguna semejanza física, aunque a lo mejor sí. Ella miraba a los dos como si los conociera de años, sin esa curiosidad de gente que se conoce hace poco, sin esperar nada de sus reacciones, sólo una especie de evaluación calculada de lo que estaban hablando. En ellos no había ni la más mínima actitud de seducción. Ella pagó la cuenta, al mismo tiempo que su mirada se cruzó con la mía y nos estudiamos mutuamente. ¿Qué se habrá imaginado ella de esa mirada curiosa, casi desvergonzada? Al final, llegué a la conclusión que uno era su novio y el otro su hermano, pero la constelación daba para un par de combinaciones más audaces.

sábado, 10 de diciembre de 2005

Amor de largo plazo

La cercanía física entre hermanos de distinto sexo, cuando se prolonga demasiado en el tiempo, suele producir relaciones equívocas. ¿Qué quiere decir equívocas? Quiere decir relaciones que terminan pareciéndose al matrimonio. Más que al matrimonio, al amor. Usted habrá visto que los matrimonios largos y bien avenidos transforman la pasión del amor en una especie de hermandad incestuosa. Con los hermanos pasa al revés.

Abelardo Castillo. La que espera. en El espejo que tiembla.

A lo mejor por eso, para recuperar una o dos veces a lo largo de estas larguísimas vidas que nos tocan vivir en el siglo XXI un poco de esa pasión amorosa primigenia que uno siente una o dos veces en 80 años, hay que matizar con un amante, o dos. Pero nada de cosas tibiecitas. Que para eso nos quedamos en nuestra bien avenida hermandad incestuosa. Una pasión de verdad, una que te sacuda las entrañas y te haga sentir tantas mariposas dando vueltas por la barriga que la sensación sea parecida a las náuseas y una donde las piernas te tiemblen tanto y las rodillas se te pongan tan blanditas que la única solución sea terminar en una cama, desmayada de amor y de deseo.

domingo, 4 de diciembre de 2005

Mi hijito menor

— Mamá... ¿No es mágico hacer un ser humano?

Lo primero que hice fue darle la razón. Después le conté lo mágico que es verlo a él todos los días convertirse un poco más en él.

jueves, 1 de diciembre de 2005

Buenos Aires es hermafrodita

Así apareció hoy vestidito el obelisco más famoso del mundo. Y, por fin, se sacó la careta porque si esto no es un símbolo fálico, no se dónde lo hay. Esto comprueba que, hoy por hoy, BUE debe ser la ciudad a la que hay que visitar este diciembre y también comprueba que, por fin, en Argentina hay gente que se dedica a seguir educando al soberano para que las cosas mejoren.

Alguna vez me contaron un chiste sobre el obelisco al que recuerdo como uno de los más graciosos que escuché nunca, uno de esos chistes tontos que hacen la delicia de chicos como uno que yo conozco que estaba naciendo justo hoy, a esta misma hora, hace exactamente 12 años. Para copiar a Patrizio y sus ¿Sabías qué? me gustaría ver si alguien se acuerda de ese chiste, así se lo puedo contar.

¡Ah! La foto la saqué de Clarín. Aunque también hay una súper-buena, pero sin forro, aquí. Acabo de comprobar que él también puso ésta hoy en su blog. Se merece estar en muchos más.

Liviana como una pluma

Me acabo de sacar un trabajo de encima en el que estuve trabajando más de un mes. El resultado final no sé si vale la pena, pero lo que sí vale la pena es la sensación de haberlo terminado y de poder pasar a otra cosa.