jueves, 29 de septiembre de 2005

Gusto a nada

Alguien tendría que denunciar a los productores de duraznos ante algún organismo internacional de violaciones a los derechos humanos. ¿Cómo es posible que desde hace por lo menos cinco años no pueda conseguir un durazno con gusto a durazno, sino con gusto a una nada ácida y con consistencia de esponja? Los peores son los franceses, pero los españoles vienen pisándoles los talones y los griegos, que hasta hace unos años todavía se podían rescatar, ya están malaprendiendo del resto. Pura pinta y nada adentro. Imaginemos el resto de nuestra vida sin comer duraznos con gusto a durazno, a ver si no tengo razón.

3 comentarios:

Juan de Dió dijo...

No me interesa defender a los malacatones españoles, pero hay que tener en cuenta que los tenemos que recolectar de la carretera cuando los franceses nos queman nuestros camiones o nos los hechan por los suelos...

Por cierto hace muuucho tiempo que no escuchaba eso de durazno... parece salido de Alatriste..

Ana C. dijo...

¿Existe la palabra en el castellano de España?

Juan de Dió dijo...

pues creo que si, por lo menos me suena de escucharle a un amigo (que trabaja en un supermercado) que se la pedian